Nuevamente, la organización ecologista británica Just Stop Oil ha protagonizado un acto de protesta radical, esta vez en la National Gallery de Londres. Tres activistas arrojaron sopa de tomate sobre dos pinturas de Vincent Van Gogh, en la exposición dedicada al artista holandés.
El incidente ocurrió poco después de que dos compañeras de la organización, Phoebe Plummer y Anna Holland, fueran sentenciadas a dos años y veinte meses de cárcel, respectivamente, por vandalizar Los Girasoles de Van Gogh en octubre de 2022.
«Hay gente en prisión por pedir el fin de nuevos (proyectos de) gas y petróleo», gritaron los activistas mientras lanzaban la sopa, haciendo referencia a la condena de sus compañeras.
Afortunadamente, las dos pinturas de Van Gogh, ambas de la serie de Los Girasoles, de 1888 y 1889, no sufrieron daños gracias a la protección de un cristal. La National Gallery informó que las obras fueron retiradas de la exposición para ser examinadas por un restaurador y que esperan reabrir la muestra lo antes posible.
Este nuevo acto de protesta de Just Stop Oil ha generado controversia, con opiniones divididas sobre la efectividad de sus tácticas. Mientras algunos consideran que la organización está llamando la atención sobre la urgencia de la crisis climática, otros critican el daño potencial a las obras de arte.
La sentencia a Plummer y Holland, en la que el juez Christopher Hehir afirmó que a las activistas «no pudo importarles menos si el cuadro se dañaba o no», pone de manifiesto la tensión entre la lucha por la protección del medioambiente y la preservación del patrimonio cultural.