Amir Nasr-Azadani protestó por la continua represión ejercida contra las mujeres iraníes y a continuación el régimen de Teherán respondió que el defensor del club Iranjavan debía morir por su “enemistad con Dios”
El martes 13 de diciembre de 2022, cuando Argentina derrotaba a Croacia y pasaba a la final, el régimen de los Ayatollahs condenó a muerte al jugador Amir Nasr-Azadani por defender los derechos humanos de las mujeres de Irán. La FIFA y el Emirato de Qatar, que organizan la Copa del Mundo, podrían mejorar la actuación del Comité Olímpico tras la Masacre de Munich.
Amir Nasr-Azadani aún no fue colgado de una grúa, pero ya fueron asesinados Mohsen Shekari y Majid Reza Rahnavard. Estas dos víctimas del fundamentalismo iraní pagaron con su vida por protestar por la ejecución de Mahsa Amini, que cayó en manos de la Policía de la Moral por no tener bien puesto el velo islámico.
Es decir: el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el jeque de Qatar, emir Tamim bin Hamad Al Thani, podrían coordinar esfuerzos y evitar que el jugador Amir Nasr-Azadani fuera ejecutado por su presunta “enemistad con Dios”, al haber reclamado por los derechos de las mujeres en Irán.
Mientras el silencio de Infantino y Al Thani es estruendoso, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFBRO) continúa exigiendo a Irán que levante la condena contra el futbolista que defiende los derechos humanos. “Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, posteó FIFBRO en su cuenta de Twitter.
El régimen fundamentalista no fijó fecha aún para colgar a Nasr-Azadani de una grúa apostada en las calles de Teherán, pero ese crimen ocurriría después de la final que disputarán Argentina y Francia en Doha. Irán considera que el jugador de futbol cometió la afrenta de iniciar una “guerra contra Dios”, aplicando una interpretación fundamentalista del Islam.
Fuente: Infobae