El hecho se hizo viral en las redes, se trata de un trabajador rural que a raíz de un accidente en su trabajo, perdió un dedo índice con el que usaba para desbloquear su smartphone.
Kieran Higgins de 56 años, vive en una zona rural de España donde trabaja como operador de grúa. Allí se encontraba cuando sufrió un accidente que amputó el extremo de su dedo índice, coincidentemente el que utilizaba para desbloquear su celular. Reaccionando con rapidez, el hombre levantó la extremidad y se la llevó con él al hospital más cercano (que se encontraba a 20 kilómetros de la escena).
Al llegar a la guardia, los médicos le informaron que no sería posible volver a unir su dedo, que había quedado «demasiado dañado». Entonces le curaron la herida y lo mandaron a su casa. Sin embargo, Higgins no se deshizo del dedo. Decidió conservarlo en un vaso con una solución de alcohol, en caso de que sirva como evidencia a la hora de probar la lesión frente a la compañía de seguros.
Una vez en su casa, Higgins decidió realizar un curioso experimento. «Ideé un plan astuto», contó el amputado, y siguió: «Extraje la yema del dedo de su tumba de alcohol medicinal, la sequé y ¡eureka! Me las arreglé para registrar mi dedo muerto en mi teléfono» le dijo al medio The Registrer que lo entrevistó al accidentado trabajador.
Mucho se ha estudiado acerca de la capacidad del reconocimiento de huellas digitales que tienen la mayoría de los smartphones hoy en día, pero pocos se han preguntado si reconocen o no al tejido muerto. Varios de los modelos que hoy circulan en el mercado necesitan que el dedo que escanean sea capaz de transportar electricidad, algo que un miembro sin vida no puede hacer.
Higgins logró usar su dedo amputado para desbloquear su Samsung Galaxy A20. Como muchos haríamos en su caso, Higgins se acercó a las redes para contar la increíble historia, pero muchos dudaban de la veracidad del hecho.
Fue entonces que un periodista del portal The Register contactó al hombre para entrevistarlo por videollamada, donde Higgins repitió la hazaña y probó cierta su anécdota. “No le creímos. Así que lo hizo de nuevo y desbloqueó el teléfono otra vez. Y otra vez. Entonces nos mostró un primer plano del dedo”, comentó el reportero.
Fuente: Con información de Crónica