Según datos desde el inicio de la campaña de vacunación, en diciembre de 2020 241.000 vacunas se descartaron.
La campaña de vacunación contra el coronavirus en Argentina se inició a fines de 2020, con la llegada del primer cargamento de Sputnik V al aeropuerto de Ezeiza, el 29 de diciembre de ese año. Desde esa fecha, se aplicaron 97.374.169 de dosis en todo el país, según datos el Monitor Público de Vacunación.
El 89,8 % de la población (40.664.771 personas) recibió la primera inyección contra el coronavirus y el 81,23 % (37.096.121 personas) completó el esquema inicial de dos dosis. Además, el 43% de la población se aplicó la dosis de refuerzo (16.644.526 personas).
Aún falta alcanzar a 17 millones de argentinos para que se apliquen las dosis adicionales de cara al invierno y frente a la posible suba de contagios de COVID-19 que los expertos esperan con la llegada de las bajas temperaturas.
De los inoculantes recibidos por el país, unas 241.000 dosis debieron descartarse y no fueron aplicadas desde diciembre de 2020, según supo Infobae.
Las dosis se tiraron a la basura por vencimiento de las vacunas o problemas en la cadena de frío, inconvenientes con los envases, fallas de origen o roturas en los centros de distribución o vacunatorios.
Según publica Infobae, entre las dosis descartadas, unas 170 mil debieron desecharse por estar vencidas, algo que, obviamente, impide su aplicación. Es más, durante el próximo semestre, desde abril hasta octubre, se estima que unas 4,7 millones de dosis van a vencer, por lo que deberían ser utilizadas para no descartar los inmunizantes comprados y recibidos.
El Ministerio de Salud de la Nación fue consultado por Infobae, y al cierre de esta nota, las autoridades nacionales no dieron respuesta sobre la situación de las vacunas descartadas y sobre los inoculantes que están por vencer.