La selección argentina de fútbol debutó en los Juegos Olímpicos en la mañana del jueves, frente a Australia, con una clara derrota.
El conjunto albiceleste no jugó mal, pero se encontró con un afilado conjunto australiano que generó muchas más opciones de gol que su rival.
A los 14 minutos, Lachie Wales cerró en el segundo palo una escalada por izquierda del ataque australiano y convirtió el primer tanto del partido. Esa “siesta” en el arranque dio paso a los nervios propios de un debut en un torneo de esta índole y que no le permitió desplegar su mejor juego a los dirigidos por Fernando “Bocha” Batista.
Argentina no supo en los primeros 45 minutos cómo hacerle daño a la intensa defensa de Australia, que se abroqueló en su campo y casi no sufrió, salvo por un remate de media distancia de Esequiel Barco, que pegó en el travesaño.
Para colmo de males, la Argentina dirigida por Fernando “Bocha” Batista se quedó con un hombre menos en la última jugada de la etapa inicial por una insólita expulsión del lateral izquierdo Francisco Ortega, al recibir dos amarillas en pocos segundos. El árbitro serbio Srdjan Jovanovic le mostró la segunda tarjeta por un forcejeo mínimo en el área.
En el complemento, ni siquiera los cambios ofensivos le permitieron revertir la historia a la Argentina, que sufrió el segundo tanto en los pies del zurdo Marco Tilio, en la primera pelota que tocaba desde su ingreso al campo de juego.
Si Australia no amplió la ventaja, además, fue por el trabajo de Jeremías Ledesma y la poca efectividad que tuvo en los contragolpes, ante una Argentina jugada en ataque. La Albiceleste también tuvo alguna chance, principalmente en los pies de Adolfo Gaich, que rechazó bien el arquero australiano.
El equipo masculino de fútbol, que consiguió dos medallas doradas en la historia de los Juegos Olímpicos para Argentina: en Atenas 2004 y Beijing 2008, volverá a jugar dentro de tres días, en el mismo escenario ante Egipto, que más temprano empató ante España 0-0. Ese resultado es quizás el que le da un luz de esperanza a la Albiceleste de poder clasificarse entre los dos primeros de la zona y mantener su ilusión de llegar a la luchas por las medallas.
