No hay nadie en el mundo que haya saltado al vacío y a oscuras desde un lugar tan alto como lo hicieron los paracaidistas argentinos Alejandro Montagna y Marcelo Vives. Así lo reconoció esta semana Guinness World Records, luego de un minucioso proceso de verificación. La dupla aterrizó exitosamente tras lanzarse desde la estratósfera, a 13.060 metros de la superficie.
La hazaña tuvo lugar el 8 de septiembre pasado, en la ciudad de Memphis, Estados Unidos, pero la placa que confirma el récord llegó recién en los últimos días. “Solo los que trabajaron en este proyecto saben el nivel de detalle y el profesionalismo que hubo atrás. El resto tendrá que limitarse a pensar que estamos locos”, describió Montagna ante la consulta de Infobae en aquella oportunidad, tras concretar el salto.
El trámite en Guinness incluyó una evaluación exhaustiva por parte de la Federación Internacional de Aviación (FAI) y especialistas de la organización. Los paracaidistas tuvieron que entregar cuatro dispositivos GPS sellados para registrar la altitud y trayectoria del salto, fotografías, grabaciones en video, y testimonios de testigos presenciales que vieron el salto tanto desde el avión como en la zona de aterrizaje. Uno de ellos fue Mike Mullins, director de la Asociación de Paracaidismo de los Estados Unidos (USPA, por sus siglas en inglés).
El proceso se demoró por el profundo análisis que se hizo sobre las imágenes que captó una cámara instalada en el casco de Marcelo Vives.
Como cayó en una zona arbolada, se especuló con que su aterrizaje podría haber sido parcialmente frustrado y que había incumplido con los estrictos parámetros de seguridad que exige Guinness. Finalmente, se demostró que en todo momento su llegada al suelo fue controlada.
Tras superar esta auditoría, Guinness World Records confirmó la validez del logro, y condecoró a Montagna y Vives como los nuevos dueños de este récord mundial. Ambos se dedican a esto hace más de 25 años.