Cristina, una reconocida proteccionista de Comodoro Rivadavia, atravesó una situación traumática cuando intentaba auxiliar a un perro callejero en malas condiciones. Lo que comenzó como un gesto solidario terminó en una violenta agresión física y en un posterior calvario para lograr radicar la denuncia.
El episodio ocurrió cuando encontró a un perro mayor, muy deteriorado, y comenzó a buscarle tránsito. En ese contexto se acercó a advertir a una mujer que cuidaba una vivienda cercana, con la idea de resguardar al animal. Lejos de recibir comprensión, se encontró con insultos y rechazo hacia los perros.
Cristina relató que la vecina pasó de los gritos a la violencia física: la empujó contra un paredón y le apretó el cuello con tanta fuerza que sintió que no podía respirar. El ataque solo se detuvo gracias a la intervención de un vecino y del marido de la agresora. “Creí que me iba a matar”, expresó después, todavía conmocionada.
Con lágrimas y marcas visibles en el cuello, la proteccionista pidió ayuda. La policía constató la agresión y la derivó al hospital, donde médicos certificaron las lesiones. Sin embargo, cuando intentó radicar la denuncia en la comisaría de Palazzo, se topó con una negativa bajo el argumento de que “ya habían intervenido” autoridades policiales y judiciales. Recién en la fiscalía consiguió que quedara formalmente asentado el hecho.
Cristina explicó que no es la primera vez que recibe hostigamientos por rescatar animales y entregó pruebas que lo documentan. A pesar de ello, asegura que lo vivido esta vez le dejó un profundo miedo: teme salir de su casa, dejar solos a sus animales o volver a cruzarse con la agresora.
Con información de ADNSUR
