Este lunes una vecina de Rada Tilly logró frustrar el robo de su automóvil.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 13:30 horas, cuando la mujer regresaba de la playa y se percató de que una grúa de auxilio estaba cargando su vehículo, el cual estaba estacionado en la vía pública frente a su vivienda. Lo curioso, la propietaria del automóvil ni su esposo, habían solicitado ningún servicio de traslado.
La mujer con ayuda de su padre intentaron contactar a la comisaría local y a la guardia urbana. Mientras tanto, se dirigieron en busca del vehículo remolcado, un cupé Torino, el cual se dirigía hacia la ruta nacional 3. Fue en ese preciso momento cuando lograron interceptar a la grúa que transportaba su automóvil, deteniéndolo frente a ellos.
El conductor del rodado que llevaba el vehículo robado minutos antes afirmó que había sido contratado para recoger el auto y llevarlo a un taller mecánico en Comodoro. Otro individuo se presentó como el mecánico y afirmó que le habían pedido que retirara el automóvil en cuestión.
En medio de la discusión, la mujer y su padre lograron convencer al conductor de la planchada de que regresara el vehículo al lugar donde lo había recogido y lo dejara en su lugar.
Durante este incidente, la vecina intentó comunicarse repetidamente con la policía local, pero no obtuvo respuesta. Sin embargo, la Guardia Urbana se presentó en el lugar y la mujer les explicó lo sucedido. Minutos después, los agentes de la policía de Chubut llegaron al lugar y comenzaron a investigar el incidente.
Según el relato de la denunciante, los agentes de policía recopilaron los datos necesarios e identificaron a las personas involucradas en el incidente. Sin embargo, la autoridad judicial ordenó que no se retuviera a las personas que protagonizaron el incidente, lo cual generó una discusión.
El individuo que se había presentado como “mecánico” afirmó haber sido contactado por una persona llamada “Adrián” y aseguró que el vehículo era de su propiedad y que lo había dejado abierto para que lo cargaran y trasladaran. Sin embargo, los verdaderos propietarios del automóvil pudieron demostrar rápidamente la falsedad de estas afirmaciones, presentando los documentos que acreditaban su propiedad y dejando en evidencia la inverosimilitud de los dichos de esta persona, cuya identidad no fue revelada y que nunca estuvo presente en el lugar de los hechos.
