En Manaos,( Brasil) los cementerios están saturados y las autoridades no saben cómo contener la dura situación en el territorio.
Frente a este panorama, decidieron talar una zona de bosque tropical para abrir tumbas en terrenos aledaños. Sucede que el cementerio público Nossa Senhora Aparecida, desbordó su capacidad.
Desbordados por el avance de la enfermedad, las autoridades armaron fosas comunes; sin embargo la decisión generó el enojo de los familiares que se quejaron porque sus seres queridos fueron depositados en esos lugares sin saber el motivo de la muerte.
Fuente: Radio Mitre