Un hecho insólito ocurrió en plena Semana Santa en Rawson, cuando un hombre denunció a sus vecinos ante la policía por hacer un asado en Viernes Santo.
El denunciante, residente de un edificio ubicado en la Avenida de Mayo, contactó a las autoridades, lo que llevó a los agentes a acudir al lugar con un importante despliegue de armamento, preparándose para un posible incidente grave.
Al llegar, los agentes se encontraron con una escena inesperada: una familia reunida alrededor de la mesa, esperando para comer un asado. Según el denunciante, el hecho de que estuvieran a punto de comer carne en Viernes Santo, algo que según la tradición religiosa está prohibido, era motivo suficiente para llamar a la policía.
Durante el incidente, los efectivos de policía se limitaron a verificar que todo estuviera en orden, solicitando los datos al cocinero y luego retirándose tras el polémico llamado.
Tras el incidente, el denunciante contactó al encargado del edificio para comunicarle lo que consideraba la «gravedad» del hecho en plena Semana Santa.