El hecho se produjo en una escuela secundaria de la provincia de San Juan, y paso de ser calificado como una broma a ser considerado “bullying extremo” que llevó a un pequeño de 13 años a ser internado en estado reservado.
Dos estudiantes que continuamente hostigaban a sus compañeros, elevaron el nivel de agresividad, cuando le dieron de beber a un par, un cóctel con opiáceos, anfetaminas y benzodiazepina, tres drogas diferentes cuyo efecto es estimulante y antidepresivo.
El niño debió ser internado de urgencia mientras convulsionaba y fue sometido a un lavaje de estómago. “Los médicos me dijeron que le agradezca a Dios porque pudo haber sido mucho peor” expresó la madre.
Docentes y especialistas se alertaron por modalidad y el acoso escolar creciente en los establecimientos escolares. También se objetó el rol de los padres y el cuidado sobre la educación en valores para los los hijos.