Una familia mendocina perdió su casa y todos sus ahorros tras ser desalojada de un terreno que habían comprado de buena fe, pero que luego fue vendido al cantante Abel Pintos y a su socio. Alberto Angulo y Yésica Ferreira compraron un lote en San Francisco, Lavalle, a Rafael Morales, quien les aseguró tener los derechos posesorios.
Sin embargo, el terreno ya había sido adquirido por Pintos y su socio, quienes iniciaron acciones legales por usurpación.
La familia, que invirtió $1.500.000 en la compra, fue desalojada el 28 de mayo. Actualmente viven en una precaria vivienda prestada y buscan la forma de recuperar su inversión o que se retire la denuncia por usurpación. Morales, el vendedor original, se encuentra prófugo.
Desde el entorno de Abel Pintos se asegura que el procedimiento fue legal y que el artista no estuvo involucrado personalmente en el desalojo.
