El estudio, liderado por la geóloga Cynthia Liutkus-Pierce, y publicado por la revista científica Nature Scientific Reports, revela que analizó 408 huellas humanas y a través de dos diferentes técnicas de datación concluyó en que las pisadas se realizaron entre 6.000 y 19.000 años atrás. Durante ese período de tiempo, los humanos modernos eran probablemente la única especie de homínido que quedaba en África.
Los científicos determinaron que varias huellas fueron creadas por un solo grupo de personas que caminaban al mismo tiempo en dirección suroeste. En base a datos comparativos de las dimensiones modernas del pie, probablemente se trataba de 14 mujeres adultas, acompañadas de dos hombres adultos y uno más joven.
Las 408 humanas analizadas sugieren una división sexual del trabajo en esta antigua comunidad humana.
«Es posible que hayan estado buscando comida a lo largo de la orilla de un lago, cortando plantas o mariscos para comer. Puede que llevaran arcos y flechas para cazar animales como antílopes, cebras o búfalos,
Además, se develó que las mujeres adultas «recolectaban alimentos de manera cooperativa, con visitas ocasionales o acompañamiento de hombres adultos». Gracias a las huellas, se pudo inferir la estructura del grupo y se considera que las comunidades que habitaban en ese entonces ya contaban con una división sexual del trabajo.
Por otra parte, el estudio señala que hay otras huellas que se dirigen en dirección opuesta, hacia el noreste, demostrando que las pisadas no fueron creadas por un solo grupo que se desplazaba unido. La mayoría de personas que dejaron un rastro caminaban a diferentes velocidades y se cree que al menos una de ellas corría.
El descubrimiento de las primeras muestras en Engare Sero tuvo lugar en 2006, sin embargo la falta de financiación dilató las investigaciones. Ahora, después de 12 años de excavaciones, grabaciones, pruebas de datación e investigación, se puede contar la historia completa de un día (o dos) en la vida de los africanos comunes hace 13.000 años.