Lo aseguró la jefa del Departamento Provincial de Salud de las Infancias, Paula Martínez. Los accidentes de ahogamiento se encuentra dentro de las principales causas de muerte por motivos externos en los menores de edad en Chubut.
La Secretaría de Salud del Chubut, compartió una serie de recomendaciones relativas al cuidado de los más pequeños durante el período estival, con el objetivo de evitar accidentes prevenibles en esta nueva temporada de verano.
Dentro de las recomendaciones trabajadas desde la Dirección de Maternidad, Infancia y Adolescencia de la cartera sanitaria provincial, se destaca en particular la de mantener siempre la vigilancia sobre las actividades que realizan los menores de edad, especialmente cuando en las inmediaciones se observa la presencia de superficies de agua.
Zonas de peligro
Consultada al respecto, la jefa del Departamento Provincial de Salud de las Infancias, Paula Martínez, alertó que “bastan diez centímetros de agua y menos de un minuto para que corra riesgo todo niño o niña, por lo cual es fundamental que haya siempre un adulto responsable supervisando los juegos de los chicos”.
En tal sentido, Martínez señaló también que “básicamente, las zonas de peligro pueden dividirse en dos grandes grupos: en casa y fuera de casa. Dentro del hogar, los adultos siempre debemos prestar atención a las piletas, las bañeras, los pozos o cisternas, los baldes con agua e incluso los propios inodoros”.
“A su vez, fuera de la casa, tenemos que estar atentos a las playas, los lagos, los ríos o arroyos, los estanques, los canales de riego y las canteras”, agregó la profesional.
Responsabilidad de los adultos
Asimismo, la funcionaria provincial explicó que “resulta muy necesario que los adultos estemos prevenidos, ya que el ahogamiento se encuentra dentro de las causas de muerte por motivos externos que aquejan a los menores de edad de nuestra provincia”, indicando que “es por eso que desde la Secretaría de Salud insistimos en la importancia de extremar las precauciones durante el período estival”.
Dentro de estas precauciones se destacan diversas acciones que deben realizar los adultos a cargo de niños y niñas, como por ejemplo, la vigilancia continua de los menores, la elección de playas con guardavidas, la construcción de cercos de metro y medio de altura en torno a las piscinas y el uso de salvavidas u otros medios de flotación.
“El cuidado de los menores es una responsabilidad de los adultos, y no de otros niños”, afirmó por último la jefa del Departamento Provincial de Salud de las Infancias, recordando en este sentido que “los derechos de los niños y niñas están siempre bajo la tutela y protección de sus mayores”.